Pensé que me conocía, hasta que te
fuiste. Pero, después, me di cuenta de que, joder, no tenía ni puta idea de
quien era, ni de quien eras tú. Sólo me había limitado a
respirarte durante tanto tiempo. A fumarme tus días, aún molestándome el
humo, y a tener resaca de ti sin whiskys de por medio, ni copas de champagne.
Pero, ahora, necesito ahogarme en tu
presencia. Volver a hundirme por y sin ti. Que me devuelvas mis suspiros,
déjame gritar "verdad" con tus mentiras. Que ya me cansé de tanta pamplina y tanto
teatrillo mal montado.
Porque después de tanto tiempo sigo
aquí, con mis crisis a deshora y escribiendo el dolor que dejaste. A veces no
recuerdo el desastre que soy y, otras, me acuerdo de mi. Para cuando quieras
soñarme, yo, estaré lejos; perdida, como de costumbre. Intentando buscar mi
vida, porque estoy segura de que no es ésta. Dime, ¿qué he sido?, ¿qué soy ahora?, apenas puedo
responder sin sentir un nudo en la garganta. No se responderme y lo peor de
todo es que me ahogo en mi "pre-vida" fabricada día a día, con más
errores que aciertos.
Necesito echar a volar, y poder alcanzar
lo que, a veces, se me queda lejos. Supongo que hoy es un día de esos en los
que podría alcanzar cualquier cosa, sin necesidad de ponerme de puntillas. Sin
esconderte para poder brillar.
Y queriéndome a mi, que al fin y al cabo
es lo que siempre quise, sin escapar de ti por las noches, que es cuando
más aprietas.
Dame siete razones y un suspiro para
acordarme de ti, y si lo consigues, me detendré contigo para ver juntos el
final.. sin tachones de calendario de por medio, sin voces rotas. Con todas las
luces de la cuidad ante nosotros.