sábado, 31 de agosto de 2013

En el mundo hay demasiado espacio para cosas intrascendentes. 
Desmesurado es el tiempo que perdemos recordando días pasados, añorando curvas de camisas que se perdieron en el armario.
Últimamente no paro de buscarme. Me pierdo tratando de encontrarme en el gotelé de la pared. En cada cajón de esta habitación, en estanterías, en fotos o en caras.
Porque cada vez que me pierdo buscándome, se me olvidan las respuestas.

Pero, ¿cómo voy a buscarme entre tanto desorden?, ¡es de locos!.
Es de locos pensar que puedo estar aquí y no en cualquier otra parte. Que a  lo mejor mi <<yo>> se encuentra fuera de mi. Porque, a veces, donde menos buscamos es donde más podemos encontrar.
Porque eso de afirmar dudas o corroborar mentiras es la mayor locura que podemos hacer, aunque sólo seamos unos putos tarados. 

sábado, 27 de julio de 2013

A veces, la esencia está en vestir y desvestir las palabras. 
En decir algo de mil formas distintas.

Me escribía a mi pensando en ti; supongo que si lo digo así parece que digo otra cosa opuesta. 
Parece menos estúpido que decir que escribía por y para ti. 

¡Qué arrogante eso de disfrazar las palabras!, ¿no? ..pero, joder, el lenguaje está para eso. Para jugar con el y para camuflarte sin que se note. Para provocarnos y para encontrarnos. 
Porque, dicho de forma bonita, se puede mandar a la mierda a cualquiera, hablando mal y pronto.
Con elegancia y templanza; todo eso que se nos queda en el tintero cuando nos vemos, cuando nos reprochamos calles, situaciones y parques. Cuando hablamos tanto y tan mal.. pero es que se nos da de vicio.
Se nos da de vicio ser nosotros haciéndolo mal, el ser cabezotas y no querer cambiarlo ni para bien ni para mal.
Porque no he conocido persona más cabezota que tú cuando estoy contigo, y no he conocido persona más satisfecha que yo cuando no estás tú.
Porque tú estás hecho para hablar y yo para vivir.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Digamos que, el punto exacto entre tus ojos y mi voz, es un reloj.
Puestos a decir, imaginemos que no haga falta tocarnos para sentirnos y, que el tacto de tu piel estuviese atrapado en mi mirada, como si supiese que decir a través de mi. 
Cómo si hablases desde mi, por y para alguna luna muda conquistada por Dios sabe quién.

¿Un reloj entre los dos?, qué cosa tan tonta.. ¿verdad?

A lo mejor es eso, exactamente, lo que nos une y separa; Tiempo. ¿Por qué no? Cada segundo es un aliado más, o uno menos. 
A lo mejor somos nosotros, que no tenemos ni puta idea de que decirnos, o de como actuar dentro del reloj. 
A lo mejor tú marcas las 12 y yo las 6. 
A lo mejor nos llevamos seis horas de desventaja, a lo mejor es eso por lo que no nos encontramos.
Joder, podría ser, ¿no?.. es una explicación válida dentro de tanta inquietud albergada. 

¿Y por qué no encontrarnos, accidentalmente, en una cuidad remota, siendo sin ser nosotros; sino otros?. 

A lo mejor nuestra oportunidad está en otro cielo, y siendo algo que no somos esta vez.

Podríamos sentarnos a tomar café en cualquier bar y, acto seguido, hablar de la felicidad que estamos construyendo por separado. 

Pero, supongo que idealizo demasiado.. Mucha imposibilidad en mis palabras, y aún más en que, ese acto momentáneo, se produzca entre aquellos que se quisieron más de cien lunas rotas seguidas. 
Sería tan estúpido como intentar robar el mar azul para no olvidarte nunca tu mirada.. porque por alguna extraña razón, tendría que ser azul.. sino no serías tú. ¿Comprendes?

martes, 5 de febrero de 2013


Estábamos sentados, ¿recuerdas?. 

Al borde de aquel gran precipicio llamado 'cama' dejábamos colgar las piernas. Sin preguntarnos el porqué de nosotros, el porqué de esas sábanas y no otras..

- "Dime lo que quieras decir de verdad, no lo que debas", me dijiste. 

Y, joder, aquello era lo más bonito que jamás me habían dicho. 
Creo que ha sido uno de los pocos momentos en los que apenas di importancia a todos aquellos silencios mal sonantes que solíamos conjugar en privado, a todos los "no puedo más" escondidos debajo de esa colcha de colores. 
Ni si quiera a los absurdos gritos susurrados en tu oído.

Qué más daba eso, me acababan de decir "te quiero" sin decirlo y, jamás pensé que esa idea fuese factible.. pero, en tu mundo no cabían imposibles. 
Tal vez fue eso lo que, desde un primer momento, me empujó a ti.. como si hubiese pasado por un proceso acto reflejo.
Que sería algo así como la acción realizada mediante un estímulo (que, en este caso, eres tú) que provoca la conducción de un mensaje a la médula(mi más pura atracción por tus inviables conquistas), la cual coordina la respuesta, llevándose a cabo la reacción. 

Aunque a veces, queda fuera de entendimiento utilizar el significado exacto de algo tan sentimental como lo que somos. 
Sin lugar a los porqués en blanco escritos en un folio y sin hueco para los "qué pasará después de esto..", a las inoportunas desconfianzas que un día lograron esfumarse y a los momentos en los que me dejas sin aliento por lo que eres.

Dime, que tengo que hacer para que creas a esta loca empedernida cuando te dice que no tiene ni puta idea de lo que quiere, cuando aparenta desdibujarse entre las sombras mientras tú, completo iluso, piensas que todo va bien. Que apenas cuesta y que el frío de mis manos es cuestión de tiempo.
Que solamente lloro cuando el tiempo pasa rápido.. sin saber que detrás de aquellas manecillas me encuentro yo, siempre. Y que por algún casual siempre nos encontramos, con o sin reproches.. 
A veces me cuesta entender esta forma extraña de querernos, es como si mi mirada se hubiese quedado atrapada dentro de ti, o como si tus ojos me perteneciesen desde que supe que el cielo es azul.


Tan raro.. tan perfectamente caótico.


sábado, 2 de febrero de 2013

Por la presente, me declaro culpable del incurrimiento de dejar de hacer algo necesario. 
De dejarme a mi, y de no dejarte entrar a ti. 
Me declaro culpable de mi presente, que es como un temerario coche sin frenos, descarriado y calle abajo.
De mis infortunadas palabras o silencios que otorgan demasiadas lunas rotas..

Porque, en ocasiones, las palabras dejan recovecos, vacíos demasiado profundos como para poder pronunciarlos sin que den vértigo. 

Surcos en el vocabulario, intentos de silencio que acaban en fracaso cuando uno de los dos incumple el contrato. 
Cuando uno de los dos habla, sin saber que decir si quiera. 
O sabiendo lo que uno de los dos duda, lo que las noches gritan.

Ojalá supiera rellenar esas lagunas, con palabras o con la ausencia de ellas, pero evitando que podamos ahogarnos en ellas

Hacer de ellas un camino fácil por el cual pueda precipitarse el tiempo sin menester de manecillas.
Entre suspiro y tic-tac podríamos contarnos los lunares, o hablar de este trastorno afectivo que trastoca nuestros planes de lunes a domingo. 
Pero el hecho de quedarnos a escuchar el latir del reloj suena tan desusado que no puedo resistirme a idealizar la percepción de vivir dentro del tiempo, ser el motor que impulse vuestros segundos y de empujaros a vosotros mismos a la calamitosa impulsividad y, porque no, a las sonrisas sin ser rotas, aunque efímeras al fin y al cabo.


Dame un par de manecillas que yo me encargo de desmenuzar al tiempo.



https://www.youtube.com/watch?v=gRwFRMGpTWg

domingo, 20 de enero de 2013

Podría quedarme hasta las tantas fingiendo ser algo que no soy.. Podría hablar del tiempo que hace que no estoy, aunque me veas. 
Podría fingirte o podría engañarme a mi.
Ser un Domingo permanente, o vivir atrapada en tu café de los Lunes. 
Jugar sin ti a decir verdades y tocarte con mis manos frías en invierno. 
Ser un capítulo de una de tus novelas, o que seas el principal motivo por el que escriba.
Querer más de la cuenta siempre nos volvió demasiado vulnerables pero, a estas alturas, que más da.. ¿no?. 
Si, total.. un par de arrebatos tontos y algún que otro cielo triste.. no va a cambiar éste vértigo que nos damos. 
Ni si quiera la negativa de mis dudas, el interrogante de tus aciertos.

Ahora me encantaría tenerte a ti o, en su defecto, que haya un par de luces a lo lejos que me absorban. 

Y que me hagan olvidar las idas y venidas de algunas noches absurdas, como ésta.
Que me recuerden que mañana seré yo aunque no esté o que estaré en el mismo sitio aunque no sea. 

Sólo quiero que recuerdes que no hay porque recordar nada
Ser una parte más del calendario, sin nombre, hora, ni lugar. 
Porque olvidar recordando trae consigo el pasadoy eso me aterroriza.. incluso de día.






El ser predecible, a veces, no es tan bueno.. ¿o sí?

martes, 8 de enero de 2013

Es imposible prometer no llorar por algo que duele. 
Coger testigos al azar y hacerles partícipes de nuestras incoherencias no cumplidas. 
De nuestros contratos pactados con el aire que nunca se firmarán con pluma. 
Comprar tiempo para regalarte, y devolverlo a largo plazo. 
Minuto por aquí, minuto por allá.. y construir así una vida llena de sin tis.. Sin lunas amargas y sin noches vacías. 




Porque mi tiempo es mío, y mi futuro no es tuyo. 
Y el querer más de la cuenta me vuelve predecible, no lo olvides.