Con la intención perturbadora y la mera
inquietud con la que os observo desde aquí, creo océanos y palabras infinitas
de las cuales ni yo misma sé hacerme cargo.
Con cada palabra que lees, yo estoy más
lejos de ti que tú de mis textos.
Hay demasiados "sálvame"
dentro de mi nocturnidad y demasiados "tú y yo" sin ser, que
desgarran aquí dentro.
Dime quién eres y cuál es nuestro
vínculo.
Cuéntame si nuestras palabras se guardarán en frasco para no perderse nunca, como las de antaño.
Te pido que me regales esa seguridad de tus ojos
desconocidos, los cuales, seguro que me salvarán del abismo unas cuantas veces
por semana. Desvaría conmigo mientras me muero de locura y, vísteme despacio cuando tenga prisa.
Mata mis entrañas para luego revivir mis ganas mientras me clavas tus retinas, mientras escapamos del frío, un día más, y desafiamos al tiempo cuando llueva. Porque vernos reflejados en charcos será lo mejor del invierno, desde luego.
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