Estábamos
sentados, ¿recuerdas?.
Al borde de aquel gran precipicio llamado 'cama' dejábamos colgar
las piernas. Sin preguntarnos el porqué
de nosotros, el porqué de esas sábanas y no otras..
- "Dime lo que quieras decir de verdad, no lo que
debas", me dijiste.
Y, joder, aquello era lo más bonito que jamás me habían dicho.
Creo que ha sido uno de los pocos momentos en los que apenas di importancia a todos aquellos silencios mal sonantes que solíamos conjugar en privado, a todos los "no puedo más" escondidos debajo de esa colcha de colores.
Creo que ha sido uno de los pocos momentos en los que apenas di importancia a todos aquellos silencios mal sonantes que solíamos conjugar en privado, a todos los "no puedo más" escondidos debajo de esa colcha de colores.
Ni si quiera a los absurdos gritos susurrados en tu oído.
Qué más daba eso, me acababan de decir "te quiero" sin
decirlo y, jamás pensé que esa idea fuese factible.. pero, en tu mundo no
cabían imposibles.
Tal vez fue eso lo que, desde un primer momento, me empujó a ti..
como si hubiese pasado por un proceso acto reflejo.
Que sería algo así como la
acción realizada mediante un estímulo (que, en este caso, eres tú) que
provoca la conducción de un mensaje a la médula(mi más pura atracción por
tus inviables conquistas), la cual coordina la respuesta, llevándose a
cabo la reacción.
Aunque a veces,
queda fuera de entendimiento utilizar el significado exacto de algo tan sentimental
como lo que somos.
Sin lugar a los porqués en blanco escritos en un folio y sin hueco para los "qué pasará después de esto..", a las inoportunas desconfianzas que un día lograron esfumarse y a los momentos en los que me dejas sin aliento por lo que eres.
Dime, que tengo que hacer para que creas a esta loca empedernida
cuando te dice que no tiene ni puta idea de lo que quiere, cuando aparenta desdibujarse
entre las sombras mientras tú, completo iluso, piensas que todo va bien. Que
apenas cuesta y que el frío de mis manos es cuestión de tiempo.
Que solamente lloro cuando el tiempo
pasa rápido.. sin saber que detrás de aquellas manecillas me encuentro yo,
siempre. Y que por algún casual siempre nos encontramos, con o sin reproches..
A veces me cuesta entender esta forma extraña de querernos, es como si mi mirada se hubiese quedado atrapada dentro de ti, o como si tus ojos me perteneciesen desde que supe que el cielo es azul.
Tan raro.. tan perfectamente caótico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario